jueves, 30 de agosto de 2012

Lanzamiento de “El esplendor de la derrota” de Isabel Hernández en Buenos Aires, Argentina









Comentario de Patricia Richard, durante la presentación de la escritora Isabel Hernández, en la ciudad de Buenos Aires, Centro Cultural de la Cooperación, jueves 19 de julio de 2012.

Cuando Isabel me pidió preparar unos comentarios acerca de Antes de la Fuga, para mi fue un gran honor. Como soy socióloga y no crítica literaria, espero que mis comentarios sean dignos del privilegio.
Conocí a Isabel en su vida anterior, en su capacidad de antropóloga, y me impresionó de inmediato su pasión para todo lo que hacía.  Ese mundo de la investigación académica es complicado, y muchas veces es difícil encontrar apoyo o colegas que estén verdaderamente comprometidos con la gente con la que uno trabaja. En ese mundo, uno también encuentra límites en cuanto a las formas de expresión.  Recuerdo que en ese entonces Isabel ya estaba experimentando con distintas formas, y soñaba con dejar ese mundo para comenzar a escribir ficción.
Y ¡qué bueno que lo hizo!  Me encantaba recibir sus primeros cuentos por e-mail. Esos cuentos cubrían diferentes territorios, reflejando las preocupaciones de Isabel por la historia, la justicia, las relaciones hombre-mujer, y la vida más íntima de los seres humanos. Reflejaban también el profundo conocimiento que Isabel desarrolló de esos territorios combinando las experiencias vividas y los estudios académicos.   Eventualmente fueron publicados en Al Mundo Nada le Importa.
Antes de la Fuga sigue la trayectoria de algunos de esos cuentos, explorando temas existenciales.
Isabel es una mujer que sabe vivir.  Y, como epígrafe de esta novela corta, nos da las palabras de Chejov: “Cuanto más alegre es mi vida, más sombríos son los relatos que escribo.” Y es por eso que en esta novela corta, se enfoca en las ambivalencias, las pasiones y las tragedias de lo que es vivir.
Antes de la Fuga se trata de una mujer, una escritora, Laura Sandoval, que está internada en un hospital psiquiátrico contra su voluntad, pero se trata de mucho más que eso también: los sacrificios que hacemos a lo largo de nuestras relaciones íntimas, el costo que pueden tener esos sacrificios a largo plazo, las tensiones de la dependencia para alguien que tal vez es mejor estar sola, las decepciones que traen los años.
Leamos lo que Laura dice de su esposo Andrés:
"Andrés me abraza con dulzura, sonríe, habla con sobriedad y elegancia, pero siempre habla, explica más de lo que sugiere. Es de una humanidad creíble, pero contradictoria, fundamentalmente contradictoria.
Ha sufrido una irreversible metamorfosis: es un metódico, un señor que se despierta todos los días a la misma hora, se levanta, toma un café al lado de una ventana todavía en penumbras, y lee el diario sin ninguna demostración de interés. Una persona cuyo único afán es que su mente no le juegue la mala pasada de escupirle la verdad delante de los ojos.
Nunca ha dejado de ser inteligente y atractivo, y a pesar de eso se ha convertido en una especie de sobreviviente de un tren descarrilado, como la gran mayoría de los seres de este mundo. Alguien que ya no sabe gozar porque no se atreve a hacerlo".

La novela también se trata de la relación entre la depresión, la locura y la creatividad, y, sobre todo, las consecuencias de ser depresiva, loca y creativa, particularmente cuando se trata de una mujer.
Durante su internación, Laura se escapa mentalmente a las aguas del Delta donde creció. Y esas aguas terminan siendo una suerte de personaje a lo largo de la novela. Son un escape para Laura, y, al parecer, parte de su plan de fuga, un plan que la mantiene viva a lo largo de la novela. 
A pesar de todas esas ambivalencias y tragedias, este libro tiene que ver con la libertad – la libertad a través de la escritura, a través de la locura, y, a través de un final fantástico, que no voy a revelar, pero en el cual juega un papel realista y crucial el terremoto que tuvo lugar en Chile en febrero de 2010.
El estilo de narrativa de Isabel Hernández es bello y evocativo, lleno de compasión y capaz de hacer a sus lectores reflexionar acerca de temas incómodos y tristes, pero siempre con una visión de luz y de esperanza.


Comentario de Susana Bonaldi, durante la presentación de la escritora Isabel Hernández, en la ciudad de Buenos Aires, Centro Cultural de la Cooperación, jueves 19 de julio de 2012.

Exilio, emigración, dictaduras, ejército contra indígenas, conflictos individuales, son algunos de los temas de los cuentos del libro Al mundo nada le importa de Isabel Hernández.
El título surge de una constatación en uno de los cuentos que podemos referir al pasado reciente, Carta por mi cumpleaños, y  se  enlaza con las circunstancias y casualidades de un individuo perdido en ese mundo indiferente, sordo y mudo. La memoria, los recuerdos, son el medio para dialogar con un fantasma del pasado, o establecer un diálogo entre dos fantasmas a través de la escritura; porque el tiempo se detuvo para los que ya no están, mientras se repite para los sobrevivientes. 
Un tema es la reflexión sobre la inutilidad de encontrar razones a lo sucedido; donde un individuo estaba como en una burbuja, encerrado en su circunstancia, incapaz de actuar, de intervenir para modificar el curso del tiempo histórico, ese tiempo que es otro relato, otra memoria, desde futuro hacia el pasado.
Así  se presenta la dificultad de encontrar verdades en Carta por mi cumpleaños: “Te confieso que me he olvidado de muchas cosas, de detalles, pero no puedo olvidarme de algunos asuntos centrales, de esa ignorante sabiduría que terminó eligiendo el camino de la ausencia. Morir por una idea, Manolo. ¿Hay ideas justas? ¿Hay ideas injustas? ¿Hay luchas buenas y  malas, o simplemente hay ideas y luchas, nada más? No sé si ya lo sabés, pero varios de los Generales murieron, otros están presos, dicen, lo dicen varios de los ex compañeros que ahora gobiernan. Cómo te reirías si los vieras “
Todo empieza con esta cita de Borges: “La certidumbre de que todo está escrito nos anula y nos afantasma”, y una referencia a los rechazos que causa ese escritor tan admirado y poco leído. Borges deambula por casi todas las historias, dado que el tiempo es un tema constante, si constante se puede juntar con tiempo; hasta en “al mundo nada le importa yira yira”, el movimiento que se da en el tiempo y en el espacio, nos deja sin centro.
En otro cuento también están los que meten la pata en el exilio, por telegrama. Los exiliados que se asombran y enojan con el otro país, atolondrados y  despistados, rememorando sabores que en el propio país ni conocían, como la “vaina calda”, o sea la bagnacauda, que se cocina con anchoas...Comentan:
“Todo, todo, hasta las cosas más lógicas acá son ilógicas. ¿Vos viste el quilombo de las anchoas? De pronto se acabaron las anchoas. Estos ecuatorianos son locos de remate. Tenían las mejores anchoas del mundo, vino no sé qué boludez de la corriente de Humboldt y se les fueron todas las anchoas a la mierda y aparecieron las sardinas que son del sur.”
Este fenómeno natural es la causa  del malentendido y del telegrama funesto que da el título al cuento Sardinas no, anchoas sí. El telegrama aparece en clave… y una pobre vieja termina en cana:
“… y no va a traer nada, ni guita, ni anchoas, ni sardinas…Díganme, ¿a qué hijo de tano se le ocurrió lo de la bagnacauda? “
El tiempo también aparece como un ruido en Un surubí desmemoriado: “Miró otra vez el cadáver rodeado de los cuerpos enredados y resbalosos de tanto surubí atrapado. La noche era clara, había mucha luna y él apenas escuchaba el ruido del tiempo, como le llamaba su madre a ese bullir monótono e interminable de las aguas del Paraná… El ruido del tiempo se le había ido metiendo por las venas y entonces, recién entonces, comenzó a soltar los recuerdos y nadó aguas arriba…único e incontrolable en su fuerza, como un surubí. Libre, desmemoriado, feliz, nadó sin urgencia ni descanso; nadó para siempre, contra los torrentes de las aguas de greda clara del Paraná.”
Los acontecimientos que se vislumbran en estas citas pueden leerse, interpretarse, desde ópticas múltiples, desde vivencias entramadas con el río y sus criaturas, sentimientos de lo natural y lo salvaje. Pero es  la vida que fluye en  el ruido del agua, en esa repetición del tiempo en el agua que corre, esa intemporalidad desmemoriada, lo que libera; después de soltar los recuerdos, es posible mezclarse con la correntada, confundirse con el tiempo, vivir, morir, nadar, transformarse en parte integrante del ruido del tiempo. Una inmersión en la tradicional referencia griega, uniendo la música, el ruido del tiempo que fluye, al movimiento continuo del agua que corre, y sumergirse y reaparecer en ese medio que nunca es igual a sí mismo.
Y también este texto nos recuerda otro texto, el desmemoriado contra el memorioso, abriendo otra vez la disquisición sobre el tiempo. Si es por encontrar orden y colocación, digo que otros relatos se ubican en el pasado lejano que retorna, como Copihues rojos secos o Romance para el Tehuelche. ¡Qué títulos!
Aquí el tema predominante es la lucha por la tierra, la ocupación militar, el desalojo, la traición entre  grupos indígenas, la confrontación entre diferentes visiones del mundo. En medio de todo eso, un francés loco que enamora mujeres y se declara Rey de la Araucanía, y una indígena que termina en Francia. La historia se confunde con la ficción.
Este conflicto recurrente reaparece en la última novela El esplendor de la derrota, el enfrentamiento armado, las matanzas, pero con un enfoque fantástico, emocionante, donde el tiempo y los tiempos de las protagonistas se funden y confunden como sus historias. 
Los conflictos también se expresan en la búsqueda de una identidad, en el pasado y en el presente, identidad colectiva, pero también individual, un sentido de pertenencia, un encontrarse como sujeto. La ida y vuelta entre presente y pasado, la confusión de los tiempos y de las vidas es como un movimiento envolvente que nos lleva a compartir varios mundos.
Para terminar, algo hay que mencionar sobre el lenguaje, también en este caso va más allá del uso de figuras retóricas, hay lenguas y variedades de lenguas, una multiplicidad de lenguas y culturas que no son solamente una auténtica necesidad de la escritura, son  parte de la biografía de la autora.
En el mundo castellano aparecen las marcas nacionales, tanto en el vocabulario como en los usos verbales, pero no están solo para señalar el origen nacional de los personajes, se infiltran en la lengua de la autora, las vivencias se acumulan y se mezclan formando una lengua plurinacional y pluricultural, y en este sentido hasta el mapudungun está incorporado a la cultura individual.


Introducción y comentario de Andrés Cuyul, durante la presentación de la escritora Isabel Hernández, en la ciudad de Buenos Aires, Centro Cultural de la Cooperación, jueves 19 de julio de 2012.

Isabel Hernández, nació en Rosario (Argentina). Es antropóloga y ha dirigido numerosos proyectos de investigación socio-antropológicos en Latinoamérica. Ha publicado libros de ciencias sociales y artículos científicos traducidos a distintos idiomas. Su última obra científica es una co-edición de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL-Naciones Unidas) y Editorial Pehúen de Chile titulada “Autonomía o Ciudadanía Incompleta: El pueblo Mapuche en Chile y Argentina”, la cual le ha reportado reconocimientos y distinciones internacionales.
Como narradora de ficción publicó en Argentina su primer volumen de relatos, “Al mundo nada le importa” y posteriormente la novela “Antes de la fuga” (2011, Santiago) recibiendo por ambas numerosos reconocimientos literarios.
Hoy nos presenta sus dos publicaciones literarias y su última novela "El esplendor de la derrota", historia contextualizada en la "Campaña del Desierto" en Argentina y "Pacificación de la Araucanía" en Chile que da cuenta de su porfiado compromiso por poner de relieve las historias invisibilizadas como lo son los avances de los ejércitos argentinos y chilenos sobre el territorio ancestral mapuche, no sin mostrarnos las vicisitudes que una historia de amor y contradicciones que en ese contexto aflora.

Mi nombre es Andrés Cuyul.
Conocí a Isabel en Temuco, en el sur de Chile, cuando estaba desarrollando una de sus investigaciones que culminaría con el último de sus trabajos antropológicos: “Autonomía o Ciudadanía Incompleta: El pueblo Mapuche en Chile y Argentina”. Era precisamente un momento de efervescencia del movimiento mapuche en Argentina y Chile en el camino por reivindicar sus derechos políticos territoriales, apostábamos a la autonomía y configurábamos esa apuesta en sendos debates, que incluyó un aumento de relaciones entre referentes mapuche a ambos lados de la cordillera, es decir lo que nosotros llamamos Gulumapu, del lado chileno y Puelmapu, del lado de argentino. En ese entonces yo salía de la Universidad y estaba colaborando en el proceso de recuperación de tierras en Collipulli, situación que le costó la cárcel a varios hermanos, en ese momento fue que Isabel me tomó como asistente de investigación y me acercó a su proyecto que coincidía en parte con el proyecto político al que en ese entonces estábamos apostando: Darle visibilidad al pueblo mapuche como una sola nación independiente de las fronteras de los actuales estados nacionales.
Es precisamente en esos contextos binacionales y mapuche donde se desarrolla la última obra literaria que esta antropóloga retirada ha escrito y recientemente publicado: “El esplendor de la derrota”. Se trata de una historia de amor en el contexto de la “Campaña del Desierto” en Argentina y la “Pacificación de la Araucanía” en Chile. Isabel logra nuevamente visibilizar esta porfiada realidad mapuche de contexto binacional, pero también da cuenta de las características del avance del ejército regular sobre el pueblo mapuche. La figura de nuestro gran líder Juan Kallfukura, eclipsa en momentos la historia de Matilde y Mariana dos mujeres cuyo presente y pasado se juntan en el vaivén que sólo la estadía en territorio mapuche podía dar a luz, mediado por una machi y en un contexto de reivindicaciones de derechos e identidades.   
No sé si esta historia que Isabel escribe en esta última obra es la historia de Matilde y Mariana, dos mujeres que se encuentran frente al espejo de una historia en común, o más bien (conociendo el devenir, la historia de trabajo y la defensa de las causas justas de la propia Isabel), no es más bien el reflejo en parte de la vida de la autora. Las historias contenidas en el esplendor de la derrota atraviesan los caminos de Isabel, son parte de sus experiencias que, sumadas a la ficción e historicidad romántica me cierran, me convencen de la porfía de Isabel por no quedarse quieta respecto de sus temas de interés.
Recuerdo que cuando Isabel presentó en las comunidades mapuche, durante el año 2002, su último libro antropológico de la mano de CEPAL “Autonomía o ciudadanía incompleta” un peñi, hermano mapuche, le preguntó a Jorge Katz, el marido de Isabel “¿Cuánto demoró Isabel en escribir el libro?”… Jorge respondió con convicción inmediata “Toda la vida”….  Sin querer ser suspicaz pero sí siendo justo con los escenarios de esta última novela contextualizada en el mundo mapuche, puedo decir que aquel libro que presentaste el año 2002 en las comunidades mapuche, lo sigues escribiendo Isabel…
Muchas gracias.


Nilo Cayuqueo. Nacido y criado en el campo de la comunidad Mapuche llamada “Tribu de Coliqueo”, en Los Toldos,  Provincia de Buenos Aires. Nilo vivió en San Francisco y desde allí fundó y lideró varias organizaciones indígenas internacionales. En Argentina es fundador de varias organizaciones, entre ellas la Asociación Indígena de la República Argentina (AIRA) y Comisión Coordinadora Indígena entre otras. Actualmente es miembro activo de la Directiva de Abya Yala Nexus por los Derechos Indígenas en Davis. California. Precisamente en la comunidad de Nilo es donde Isabel y su equipo  realizaron la investigación más destacada en el tema en este país, resultado de ello EUDEBA y la UBA editaron "La Identidad Enmascarada".

Susana Bonaldi cordobesa, “pero mezclada” dice, es de vida errante desde los quince días; múltiples localidades y ciudades de Argentina y de Italia, dos continentes, y varias culturas. Literatura,  cultura y sociedad son temas de trabajo y de intereses personales. Trabajó en universidades italianas en política universitaria, socialismo y sindicalismo.

Patricia Richard se título de doctora en sociología en la Universidad de Texas en Austin en 2002. Desde entonces ha realizado labores como docente-investigadora en la Universidad de Georgia. Es autora también de numerosos artículos y capítulos en castellano e inglés acerca de las luchas sociales y políticas, derechos de las mujeres, multiculturalismo, y violencia estatal. Muchos de sus trabajos se relacionan con el pueblo mapuche. También es una docente comprometida, que goza mucho de ayudar a sus alumnos/as ver el mundo de otro modo, y pensar de una manera más crítica y anti-colonialista.



No hay comentarios:

Publicar un comentario